Pedro Martínez, hijo, nieto y bisnieto de labradores, nació el 4 de diciembre de 1912, en Nepas (Soria). Fue a la escuela hasta los catorce años y estuvo otros cuarenta labrando con bueyes y mulas. Con solo 7 años condujo un rebaño de ovejas por medio término, y a los 12 hizo todo el acarreo del verano. Cumplió la mili en África y la guerra en el frente de Aragón, donde tuvo que desenterrar a su hermano Benito para llevar sus restos a Nepas.

Emigró a trabajar a Barcelona, pero a los dos años se volvió a su tierra, donde se casó y echó más raíces de las que ya tenía. Fue juez de paz muchos años y presidente de la Hermandad de Labradores, desde la que impulsó la concentración parcelaria.

Ni tener ocho hermanos ni vivir la asperura de nuestra fría tierra le impidieron encontrar tiempo y ganas para dedicarlo a tocar en compañía la bandurria o el laúd o para leer libros. A los 90 años quiso escribir sus memorias

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De punta a punta

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